—Por favor cancela todo lo que deba hacer hoy después de la junta con Sunwol, mañana las retomaré.

—¿Saldrá?

—U-hum, así que puedes irte a las 4.

Jimin asintió con la cabeza, su jefe regresó su atención a la computadora, y unos minutos más tarde volvió a hablar.

—Oye Jungkook.

—Dime.

—¿Por qué me dijiste eso ese día?

—Te pedí que lo olvidaras —le recordó.

—Sí, pero no puedo olvidarlo así nomás.

Ya habían pasado tres días desde la conversación en la azotea, no había preguntado antes porque quería hacer lo que Jungkook le pidió, olvidar, pero su curiosidad era mucha.

—Finge que no escuchaste nada.

—Pero sí lo escuché.

—Entonces no le tomes más importancia y tampoco te preocupes por eso.

—Pero si me preocupa... —hizo una pequeña pausa antes de agarrar valor para decir lo que diría—. ¿Acaso yo te gusto?

Ante tal pregunta, Jungkook dejó de presionar el teclado y apartó su vista de la pantalla para ver a su asistente.

—No voy a negar que eres lindo, bonito, agradable, inteligente, responsable y muy trabajador...

Las mejillas de Jimin se empezaron a teñir de un color carmesí, él lo sintió, bajó la cabeza y tocó su mejilla izquierda con el dorso de su manita, se preguntó al mismo tiempo porqué se estaba sonrojando. Incluso sonrió contento por lo que escuchó.

—Pero respondiendo a tu pregunta...

Jimin alzó la cabeza y miró a Jungkook nuevamente, aún manteniendo esa bonita sonrisa en sus labios.

—No, no me gustas —aclaró con sinceridad, remarcando con la 
voz ese: "no me gustas".

Era una respuesta que Jimin ya esperaba, sólo que al oír primero los halagos y al último: "no me gustas", sintió un ligero pero significativo dolor en su pecho pese a que Jungkook lo dijo de la manera más amable posible.

—El matrimonio es algo que necesito.

—¿Qué necesitas? —inquirió y su jefe asintió con la cabeza—. ¿Por qué necesitas hacer algo como eso?

—Verás...

"Unos días atrás.

Tras llegar a casa del abuelo, éste ya lo estaba esperando en la sala de la casa. Pero no estaba solo, a su lado yacía Choi Seojun. Era el abogado de la familia e íntimo amigo de su abuelo. Él tenía la edad del señor Hongseok, poco más de 70 años.

Tras saludar a ambos se sentó junto a su abuelo.

—¿Qué ocurre? —inquirió Jungkook con una media sonrisa.

—Voy a dar lectura a la última voluntad del señor Jeon Juwon —dijo sacando los documentos de su maletín para poder iniciar cuánto antes.

La sonrisa de Jungkook se borró de sus labios.

—¿Cómo que la última voluntad de mi padre? —preguntó a su abuelo, sin embargo no recibió respuesta—. No entiendo.

—Dejo mis inmuebles —empezó a leer—, incluida la mansión, la fundación, todo el dinero en efectivo y legado al heredero todas las acciones de las empresas filiales del grupo J y N, además le confío la presidencia de la agencia de publicidad al mismo —hizo una pequeña pausa—, el cual será mi único hijo, Jeon Jungkook.

—¿Su heredero? —miró rápidamente al señor Hongseok en busca de respuestas.

—Así es hijo, lo único que hice yo desde su muerte fue ser un albacea del patrimonio. Sólo hasta que tú crecieras.

Desde que su hijo murió, el señor Hongseok nunca le dijo a Jungkook que su padre era el verdadero dueño de todas las propiedades y tampoco que había dejado un testamento.

—¿Pero por qué hasta ahora lo están leyendo? —les preguntó a los dos mayores.

—Prosigue por favor —pidió el señor Hongseok al abogado.

—¿Hay más? —su abuelo asintió con la cabeza en respuesta.

—Sin embargo —continuó—, para poder hacer el traspaso, el beneficiario debe registrar su matrimonio en el plazo de un año luego de que el testamento se haya leído.

Los ojos de Jungkook se abrieron de par en par, en verdad estaba escuchando bien, ¡¿matrimonio?!

—De lo contrario, al no cumplir la condición, todo lo anteriormente mencionado pasará a ser propiedad de mi hermano Jeon Hyuwon. Además, mientras el matrimonio no esté registrado él podrá tomar el control de absolutamente todo en cualquier momento que desee y también tendrá la presidencia de la agencia de publicidad, de la aerolínea, del hotel y del hospital universitario. Jeon Hyuwon no podrá ser destituido de su cargo a menos que la cláusula estipulada sea cumplida."

—Es por eso que debo casarme —dijo tras finalizar la explicación que le dio a Jimin para que entendiese su situación—, y pensé en que si debía casarme con alguien entonces tú eras la persona indicada.

—¿Pero por qué yo? ¿Qué tengo de especial?

—Sé que tú necesitas dinero y también que tienes que pagar una deuda.

—¿Cómo sabes que tengo una deuda?

—Lo comentaste cuando pediste el empleo.

—¿De verdad? —Jungkook asintió, vaya, a veces ni siquiera recordaba qué salía de su boca, todo por hablar muy rápido y contar sus cosas como si no hubiese un mañana.

—Tú necesitas dinero, yo necesito no perder la presidencia y que el patrimonio de mi familia no se desvanezca cuál arena en las manos —dijo—. Sería un matrimonio beneficioso para los dos así que por eso te pregunté, no hay ninguna otra intención más.

—Pero el matrimonio es algo importante, ¿cómo podríamos hacer algo así?

—¿Por qué crees que las personas se casan? —interrogó.

—Por amor y esas cosas —respondió un poco dudoso.

—Cierto, la mayoría de gente se casa por eso. Sin embargo, ¿amor es lo que necesitas ahora, más que el dinero?

Eso puso a pensar a Jimin en muchas cosas, se quedó callado unos momentos antes de responder.

—No ahora mismo —confesó con la cabeza baja—, pero no creo que puedas casarte con alguien sin tenerle amor o afecto —expresó su pensamiento al mismo tiempo que veía a Jungkook—. No creo que eso sea posible

Jungkook bajó su mirada un momento y asintió con la cabeza.

—Creo que fue mi error suponer que de cierta manera estábamos en la misma situación —comentó antes de ver a su asistente—. Siendo así por favor finge que no escuchaste nada de lo que dije anteriormente.

✧✦✧

—Mira quién salió temprano hoy —habló Taehyung a Ayla al ver a su mejor amigo entrar a la pastelería—. Es papi.

Al oír la palabra "papi", Ayla empezó a buscarlo y cuando lo vio inmediatamente lloró. El castaño sonrió mientras se acercaba al mostrador y dejaba sus cosas sobre este mismo, ya del otro lado agarró a la pequeña.

—Yo también te extrañé —la besó varias veces y ella se calmó, estaba sonriendo muy feliz.

—¿Por qué saliste temprano?

—Mi jefe salió y dijo que podía retirarme —explicó Jimin.

—Ooh, ya.

—¿Cómo han ido las ventas?

—Aún no hemos vendido lo mismo que antes sin embargo puedo decir que nos va bien. Lo suficiente como para mantener la pastelería a flote.

Con su mano libre Jimin sacó un sobre de su bolso, el cual extendió a Taehyung.

—Es el pago por cuidar de Ayla —el rubio lo tomó.

—¿Tú ya pudiste juntar el dinero de la renta?

—Con lo que me pagaron hoy en el trabajo logré juntarlo —informó con una sonrisa mientras jugaba con su bebé y ella reía.

Luego de haberle suplicado a la dueña, cuando ella llegó a cobrarle hace dos días, que le diera unos días más para pagarle pudo convencerla de que el sábado iría a dejarle el dinero.

—Mañana iré a su casa cuando regrese del trabajo.

—Me alegra —ya seguro de que Jimin tenía el dinero para pagar guardó el sobre en el bolsillo de su pantalón.

—A mi también me alegra, por fin podré pagarle los meses que tengo atrasados.

✧✦✧

Estaban sentados en la mesa de afuera de una cafetería, se habían reunido por petición de Jungkook para discutir sobre el testamento del fallecido Jeon Juwon.

—¿No hay ninguna manera de anular esa cláusula?

Seojun negó con la cabeza.

—¿No puedo evitar que él tome la presidencia?

—No hay nada que pueda hacerse para evitar que él tome el cargo.

—¿De verdad?

—Cuando nos enteramos de la cláusula tu abuelo y yo intentamos por todos los medios cambiar eso, pero fue inútil. No puede cambiarse lo que ya está estipulado en el testamento.

—Genial —dijo Jungkook con ironía.

—Pero hay una manera que ya conoces, el matrimonio.

Jungkook pasó una mano por su rostro y negó con la cabeza. Tenía que casarse antes de que su tío apareciera, pero no sabía en qué momento ocurriría eso, podría ser mañana, pasado, en una semana o incluso hoy.

—No creo que pueda hacerlo —habló en voz alta refiriéndose al tiempo.

—Sin duda es una decisión difícil sabiendo que para ti el matrimonio no es algo importante ni indispensable —dijo el mayor con voz suave—. Y si no quieres perder en un abrir y cerrar de ojos por todo lo que has luchado estos años, entonces debes hacerlo.

—Eso lo sé, pero aunque fuera casi imposible esperaba que hubiera alguna manera de evitarlo —dijo con pesar, su única opción y con la única persona que podría casarse sin sentirse atado era con Jimin, pero este ya lo había rechazado y no sabía que hacer.

¿Elegir a alguna de las chicas de las citas a ciegas?

No, por supuesto que no. Por más desesperado que estuviera jamás se casaría con alguna de ellas, no porque fueran malas, bueno a excepción de Soomin, sino más bien porque no eran de su agrado.

✧✦✧

Amaneció y Jimin llevó a la bebé a casa de Taehyung como todos los días.

—No te olvides de irle a pagar a la señora Gina.

—Claro.

—¿Te sientes bien? —inquirió al ver que su cara lucía algo pálida.

—Sí, sólo estoy un poco cansado.

—¿Seguro?

Jimin asintió con la cabeza y disfrazó su preocupación con una sonrisa.

—Bien, entonces nos vemos al rato cuando salgas del trabajo —se despidió.

—Nos vemos —dijo antes de que su amigo cerrara la puerta.

Minutos más tarde se encontraba dentro de la farmacia, frente al mostrador y hablando con la muchacha que atendía.

—La receta no puede renovarse hasta dentro de siete días —informó.

—Es que no puedo esperar ese tiempo, desde hace tres días se me acabó la insulina de acción rápida y de acción prolongada.

La chica se alzó de hombros.

—Okay —dijo—, mi vida corre peligro si no me inyecto la insulina y lo único que me queda es un poco de reserva en el frasco.

—Tu seguro médico no puede cubrir el costo de la insulina, ya llegó al límite establecido. Tendrás que esperar hasta que el plazo termine —informó—. Aunque puedo proporcionártela si decides pagar por tu cuenta para renovar la receta.

—¿Y cuánto cuesta eso?

La chica se metió a la computadora para revisar el precio.

—La de acción prolongada cuesta ₩6000 y la de acción rápida está a ₩3220. Sería poco más de ₩9000.

Jimin se quedó mirando hacia la nada, mientras pensaba qué haría. Pasó la lengua por sus labios para humedecerlos ya que estaban muy resecos, iba hablar pero entonces una llamada entrante se lo impidió.

Era Jungkook.

—Hola, Jimin.

—Hola, ¿pasó algo?

—Disculpe —le habló la muchacha.

—Sí, ¿dónde están los briefs que nos enviaron ayer?

Jimin apartó el teléfono de su oreja y tapó el micrófono con su manita.

—No están en la carpeta con los documentos de Diff y necesito revisarlos.

—¿Podrías darme un minuto? —dijo a la chica para después llevar el aparato nuevamente cerca de su oído—. Sí, tengo los documentos conmigo, olvidé dejarlos ayer.

—Entiendo, ¿tardarás más en venir?

Jimin le había pedido permiso a Jungkook, por mensaje, para poder llegar una hora más tarde.

—No, llego como en media hora.

—De acuerdo.

Colgó la llamada.

—¿Entonces renovará su receta médica?

Jimin metió el teléfono en su bolso y observó el dinero que tenía ahí, se quedó mirándolo unos segundos. Iba a agarrarlo sin embargo rápidamente se retractó, ese dinero era para pagar la renta.

Regresó su atención a la chica.

—Temo que tendré que esperar hasta el próximo sábado —dijo y salió de la farmacia. Tomó un taxi para dirigirse a la residencia de la señora Gina.

✧✦✧

—Los reuní aquí en el pasillo porque tengo algo importante que decirles —habló Seokjin a su equipo de trabajo—. Como sabrán, ayer tuvimos la reunión con Sunwol y cerramos el contrato.

Ellos aplaudieron bastante felices, felicitándose entre ellos. Habían trabajado muy duro para realizar una propuesta que le gustara al cliente.

—Así que como este trato era importante para la agencia, ya que nos otorgará aún más prestigio... —hizo una pausa—. ¡Iremos a cenar todo el equipo!

Los aplausos fuertes y la bulla de alegría no se hicieron esperar.

—Y esta cena será patrocinada por el director Jeon —informó mientras señalaba a su amigo—. ¿Entonces a dónde nos llevará señor presidente?

El director estaba parado afuera de su oficina, junto con Jimin, quien empezó a reír suavemente al ver la cara de sorpresa de su jefe. Jungkook en verdad que no tenía idea de que él invitaría la cena del equipo, pero ahora que ya lo sabía lo haría con mucho gusto.

—A donde ustedes quieran —dijo con una sonrisa.

—¡Ese es nuestro presidente! —gritó Jimin y luego lo siguieron los demás, haciéndole entre todos un tipo de porra para demostrarle lo mucho que lo querían.

Jungkook simplemente se sintió feliz de escucharlos a todos ellos.

✧✦✧

Decidieron ir a un restaurante no tan grande ni lujoso pero sin duda era uno de los más visitados en la ciudad debido a su esencia hogareña comida típica tradicional. Todos yacían sentados juntos, habían unidos tres mesas para hacer una más grande, disfrutando de la cena y así mismo manteniendo una conversación. Por períodos de tiempo la plática se tornaba interesante, se cuestionaban la existencia y se reían de las anécdotas graciosas que se contaban de sus vidas.

Aunque el ambiente era muy agradable Jimin no estaba disfrutando de ese momento grupal pero eso era porque se sentía bastante mal, hablando de su salud. Eran poco más de las siete así que recién se cumplían cuatro días desde que no se administraba la insulina como era debido, por ende se sentía extremadamente cansado, mareado y tenía muchas náuseas.

Alguien más tampoco estaba tan concentrado en la conversación, ya que su atención se dirigía principalmente a cierto chico de ojos azules.

—¿Te sientes bien? —le susurró Jungkook.

Ambos estaban sentados al lado del otro y Jimin volteó a verlo.

—Sí, estoy bien.

Jungkook estaba convencido de que eso no era cierto, pues Jimin parecía otra persona pero porque realmente se veía enfermo. Incluso podría asegurar que eso era por causa de la diabetes que padecía.

—Y díganos jefe... —le habló Mina.

Sí, ella no formaba parte del equipo pero se coló a la cena.

—¿Usted cómo va en ese sentido?

Anteriormente todos hablaban de sus amores fallidos, de sus casi algo, otros de sus relaciones estables y no tan estables, que vio la oportunidad perfecta para aclarar la duda que tenía de una vez por todas.

Todos se callaron y Jungkook tuvo que apartar su mirada de Jimin al darse cuenta de que la atención estaba sobre él. Al parecer sí que querían oír la respuesta a esa pregunta, ¿tan interesados estaban?

—¿A qué se refiere con eso? —dijo con un tono neutral.

—Ya sabe, si hay alguna chica que le guste, si está enamorado de alguien —habló mientras miraba de reojo al asistente, el cual tenía su cabeza baja—. Si tiene pareja o así como a alguno de nosotros también le va mal en el amor.

—No salgo con nadie —respondió ocasionando una fugaz sonrisa a Mina, quien casi se paraba a festejar.

Jimin se puso de pie y sin decir nada se alejó de la mesa para ir al baño. Algunos de los que estaban ahí habían escuchado los rumores sobre el presidente y el asistente, así que al ver a Jimin levantarse dedujeron que se había enojado por la respuesta de Jungkook, cosa que estaba muy alejada de la realidad.

—No puede ser, si el presidente que es el hombre de ensueño le va mal en el amor, ¿qué nos espera a nosotros los mortales? —dijo Jade, uno de los miembros del área creativa. Él tenía 23 años, de tez morena, ojos verdosos y cabello rizado corto, con poco más de 1.70 de altura y bastante atractivo.

Algunos empezaron a reír porque les causó gracia el comentario que hizo mientras que Jungkook miraba como Jimin caminaba de manera algo torpe hacia el baño.

«Sin duda no está bien» pensó.

✧✦✧

Vomitó hasta que su estómago quedó vacío, bajó la tapa y tras jalar la palanca se quedó un momento ahí en el suelo, esperando a recuperarse.

—Vamos, resiste un poco más —se dijo así mismo.

Quería ponerse la insulina hasta llegar a su casa, de cierta manera trataba de guardar las dosis lo más que pudiera hasta que fuera "realmente necesario" aplicarla, pero quizás debía inyectarse ya mismo si no quería terminar en el suelo delante de sus compañeros de trabajo.

Estaba saliendo del pasillo para regresar a la mesa, Mina iba para el baño así que estaban pasando al lado del otro. A la chica se le ocurrió empujarlo con el hombro para molestarlo, lo hizo con fuerza y sin ver como terminaba caminó más rápido para entrar al baño.

Jimin estaba mareado y no pudo mantenerse estable ante aquel contacto, así que se fue de lado y tropezó con la silla que se encontraba al lado quedando sentado en el suelo. La señora que estaba sentada en la silla se paró y al ver al chico en el suelo se disponía a ayudarlo, sin embargo alguien más le ganó.

Ese era Jungkook.

Fue a pagar la cuenta al terminar de cenar y mientras Jimin estaba en el baño todos salieron del lugar, pero él regresó para esperarlo.

—¿Te lastimaste? —inquirió preocupado, se agachó un poco y tomó las manos del más bajito.

Lo ayudó a ponerse de pie y lo mantuvo agarrado del brazo.

—¿Estás bien, muchacho? —preguntó la señora.

—Estoy bien, y lamento mucho hab...

—No te disculpes hijo —lo interrumpió—, fue un accidente.

Jimin le sonrió levemente.

—Por favor siga disfrutando de su cena —habló Jungkook despidiéndose así, la señora asintió y volvió a tomar asiento.

—Necesito mi bolso, ¿podrías pasármelo? —dijo apenas, hablar le era difícil.

Jungkook asintió con la cabeza, soltó a Jimin y fue por el único bolso que estaba sobre la mesa. Regresó con rapidez y sostuvo nuevamente del brazo al menor.

—¿Debes inyectarte?

—Sí.

—Bien, vamos afuera.